Génesis 3:7
7 En
ese momento se les abrieron los ojos, y tomaron conciencia de su desnudez. Por
eso, para cubrirse entretejieron hojas de higuera.
Génesis 3:21
21 Dios el Señor hizo ropa de pieles para el hombre y su mujer, y los vistió.
El
capítulo 3 de Génesis relata acerca de una mala toma de decisiones: “El género
humano decide desobedecer a Dios”. En eso consiste hasta el día de hoy el
pecado, ser rebelde a Dios.
La
humanidad duda acerca del cuidado amoroso de Dios; y esta duda es sutilmente
inoculada por Satanás en nuestros corazones a través de las tentaciones. Pero
la Palabra de Dios dice que cada tentación tendrá una vía de escape; nosotros
decidimos evacuar la zona o sucumbir ante dicha tentación.
En
el verso 7, leemos el resultado de la desobediencia: dejaron de ser inocentes,
sus ojos se abrieron a la rebeldía, se llenaron de vergüenza, pero no se
arrepintieron, sino que trataron de ocultarla debajo del tejido de hojas hechas
por sus propias manos, es decir, con sus obras.
De
todas maneras, Dios los buscó y les preguntó. ¿Dónde están?; aunque Dios ya
conocía su condición, los quiso escuchar……ninguno se hizo responsable de sus
actos.
Aún
así, Dios los “vistió con ropas de pieles”, cubrió la vergüenza de ellos; pero
para esto debió sacrificar un animal, derramar su sangre y con esa piel “cubrir”
a ambos.
Desde
aquel día, fue necesario el derramamiento de sangre de un ser inocente a causa
de los rebeldes, Dios seguía cubriendo la vergüenza de su pueblo mediante el
sacrificio de corderos y machos cabríos.
Pero
un bendito día, Dios decidió enviar a su Hijo hecho hombre –Jesucristo-, con
una misión extraordinaria:
·
Anunciar a los hombres que el Reino de los Cielos se
ha acercado a ellos.
·
Llamar al arrepentimiento.
·
Llevar la vergüenza de la humanidad, siendo desnudado,
vejado y despreciado en presencia de los poderosos y sencillos; ricos y pobres;
de religiosos y paganos; de sabios e ignorantes; de niños, jóvenes y ancianos.
·
Ocupar el lugar del sacrificio; ya no serían más
animales inocentes, sino que ahora sería un Hombre sin ningún pecado.
·
Cargar con la culpa de la humanidad.
·
Derramar hasta la última gota de sangre en una cruz.
¡Qué alegría que
Jesucristo aceptó semejante misión, pudiendo haberla abortado!.
El resultado de esa misión
traería aparejada como resultado, que la vergüenza de la humanidad producida
por el pecado, sería cubierta por la justicia y la santidad de Cristo, en lugar
de las pieles de animales sacrificados. Y Su sangre derramada
traería el perdón de los pecados, borrándolos para siempre.
Camaradas, hoy Dios
sigue buscando a la humanidad avergonzada y desnuda; sigue preguntando ¿dónde
estás?. Él tiene preparada para nosotros, vestiduras de justicia y de santidad.
Debemos quitarnos las hojas de higuera
que representan las escusas y pretextos. Aceptemos con un corazón arrepentido a
Jesucristo, y disfrutemos los beneficios de su misión.
Dios nos ha provisto
más que una “cubierta completa”.
Ariel Lucero –
Ministerio a los Uniformados.
Links Agregados:
Canción: Con tu
sangre – Marcos Witt.
Capítulo 3 del libro
de Génesis.
Estudio bíblico al
cap 3 de Génesis.
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