martes, 14 de junio de 2016

Instrucción para el alma. (Iniquidad - última parte)

                                     LIBRES DE LA INIQUIDAD

Ezequiel 33:13 dice: “Cuando yo dijere al justo: De cierto vivirás, y él confiado en su justicia hiciere iniquidad, todas sus justicias no serán recordadas, sino que morirá por su iniquidad que hizo”. 
Salmo 107:17 "Trastornados por su rebeldía, afligidos por su iniquidad".
Éxodo 34:6-7  Y pasando Jehová por delante de él, proclamó: !Jehová! !Jehová! fuerte, misericordioso y piadoso; tardo para la ira, y grande en misericordia y verdad; que guarda misericordia a millares, que perdona la iniquidad, la rebelión y el pecado, y que de ningún modo tendrá por inocente al malvado; que visita la iniquidad de los padres sobre los hijos y sobre los hijos de los hijos, hasta la tercera y cuarta generación.
Antes de entrar de lleno a entender este tema, veamos lo que es:
Pecado: Todo lo que no proviene de fe es pecado, toda desviación a la ley de Dios, errar o desobedecer a lo diseñado por Dios, no cumplir con lo especificado por Dios para el hombre, errar al blanco.
Rebeldía: Toda desobediencia a la autoridad de Dios o gobierno puesto por Dios, Gobierno, Iglesia, Leyes, Familia. Toda transgresión, traspasar los límites de la autoridad establecida por Dios.
Iniquidad: Desviación, Perversión, Inclinación al pecado con terquedad, Maldad adquirida o heredada. Pecados ocultos y tercos, debilidades, patrón de mala conducta, malos hábitos. Lecciones no aprendidas, pecado repetitivo. (Cadena – Pecado-consecuencia)
Así pecado, rebeldía e iniquidad de acuerdo a la biblia no son lo mismo y por lo tanto son tratadas de diferente manera en la biblia, aun que con algunas cosas en común. Cualquier pecado por pequeño que lo consideremos, nos separa de la gloria de Dios. Aunque hay pecados de omisión, pecados de ignorancia y pecados que cometemos por imprudencia, aun estos nos traen consecuencias. Pero los pecados más graves por decirlo de esta manera y según la biblia, son los pecados repetitivos. ! Veamos porqué!
Jeremías 17:1 dice: “El pecado de Judá escrito está con cincel de hierro y con punta de diamante; esculpido está en la tabla de su corazón, y en los cuernos de sus altares”. 
Hay una tendencia a la maldad, muy arraigada en el corazón, esa tendencia se le llama iniquidad (pecado habitual, muy aferrado a las personas). Este pecado está arraigado, es muy terco, tanto, que está grabado con cincel en el corazón se llama INIQUIDAD y esa iniquidad trae consecuencias muy funestas. Esas consecuencias pueden jalar más consecuencias y más pecado. Todos los pecados son graves y traen maldición, pero lo más grave de la iniquidad es el pasar esas consecuencias y pecados a las generaciones siguientes. No nada más pagaré yo por mi pecado, si no que mi familia llevará una “tendencia” a cometer el mismo pecado.  
“Es importante entender esta diferencia de pecado, rebeldía e iniquidad, ya que Dios trata cada una de manera diferente”
Las consecuencias o síntomas de la iniquidad son cadenas de maldad (más iniquidad), nunca vienen solas estas iniquidades, además de más pecado traen consecuencias. Es un arma favorita de Satanás y la carne (concupiscencia) por el resultado de estas. Si tú Padre o tu abuelo te transmiten una enfermedad genética o un mal hábito o una mala costumbre y tus vienes a Jesucristo... El quita el pecado con su sangre, perdona el pecado y no se acordará de tu pecado, pero no te cambia el corazón de manera instantánea. Sigues viviendo en un cuerpo con fuertes pasiones y deseos muy internos, tendencias a cometer los mismos pecados de tus padres. Cuando conoces a Jesucristo como tu salvador comienzas un viaje para ser transformado, para ser cambiado.
Dependiendo de tu experiencia y de tu encuentro con Dios, ya que todas las experiencias y encuentros con Dios son diferentes de todos los que hemos llegado a Jesucristo… hay muchas consecuencias y tendencias que quedan después de ser salvos. Que permanecen como manchas, como arrugas, como contaminación. Pregúntate, ¿Soy completamente libre?, ¿Siento que hay límites en mi vida que no me dejan avanzar? ¿No estoy realizado en mi vida? ¿No he alcanzado mi propósito en la vida? ¿No conozco la voluntad de Dios para mi vida? ¿No estoy haciendo la voluntad de Dios? ¿No puedo librarme de pecados habituales? ¿Te sientes lejos de Dios? ¿Tus oraciones no son contestadas? ¿Crees que Dios no habla y responde audiblemente? ¿No puedo escuchar la voz de Dios?
Si estas fallando en alguno de estos asuntos, entonces es muy probable que haya iniquidad en tu vida. Vamos a ver varios pasajes, incluido el ejemplo del cristiano Simón en el libro de Hechos.
Proverbios 26:2 “Como el gorrión en su vagar, y como la golondrina en su vuelo,  Así la maldición nunca vendrá sin causa.
Isaías 59:2 “pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír.
 Números 14: 33-34 ”Y vuestros hijos andarán pastoreando en el desierto cuarenta años, y ellos llevarán vuestras rebeldías, hasta que vuestros cuerpos sean consumidos en el desierto. Conforme al número de los días, de los cuarenta días en que reconocisteis la tierra, llevaréis vuestras iniquidades cuarenta años, un año por cada día; y conoceréis mi castigo.
 Salmos 31:10 Porque mi vida se va gastando de dolor, y mis años de suspirar; se agotan mis fuerzas a causa de mi iniquidad, y mis huesos se han consumido.
Hechos 8: 9-24 “Pero había un hombre llamado Simón, que antes ejercía la magia en aquella ciudad, y había engañado a la gente de Samaria, haciéndose pasar por algún grande. A éste oían atentamente todos, desde el más pequeño hasta el más grande, diciendo: Este es el gran poder de Dios. Y le estaban atentos, porque con sus artes mágicas les había engañado mucho tiempo.  Pero cuando creyeron a Felipe, que anunciaba el evangelio del reino de Dios y el nombre de Jesucristo, se bautizaban hombres y mujeres. También creyó Simón mismo (Se hizo Cristiano), y habiéndose bautizado, estaba siempre con Felipe; y viendo las señales y grandes milagros que se hacían, estaba atónito. Cuando los apóstoles que estaban en Jerusalén oyeron que Samaria había recibido la palabra de Dios, enviaron allá a Pedro y a Juan; los cuales, habiendo venido, oraron por ellos para que recibiesen el Espíritu Santo; porque aún no había descendido sobre ninguno de ellos, sino que solamente habían sido bautizados en el nombre de Jesús. Entonces les imponían las manos, y recibían el Espíritu Santo. Cuando vio Simón que por la imposición de las manos de los apóstoles se daba el Espíritu Santo, les ofreció dinero, (Simón les ofreció Dinero) diciendo: Dadme también a mí este poder, para que cualquiera a quien yo impusiere las manos reciba el Espíritu Santo. (Quería hacer negocio $$$$$) Entonces Pedro le dijo: Tu dinero perezca contigo, porque has pensado que el don de Dios se obtiene con dinero. No tienes tú parte ni suerte en este asunto, porque tu corazón no es recto (Pecado, Iniquidad, tendencia pecaminosa, ideas falsas, pensamientos erróneos, etc.) delante de Dios. Arrepiéntete, pues, de esta tu maldad (Iniquidad), y ruega a Dios, si quizá te sea perdonado el pensamiento de tu corazón;  porque en hiel de amargura y en prisión de maldad veo que estás. (Esclavitud, Ataduras, Fortalezas). Respondiendo entonces Simón, dijo: Rogad vosotros por mí al Señor, para que nada de esto que habéis dicho venga sobre mí.
Los pasajes anteriores demuestran que la iniquidad es gravísima, por ejemplo este recién convertido a cristiano llamado Simón, necesitaba ser liberado de ataduras, prisiones y maldad (Iniquidad - Maldición). Su pecado no era querer ganar dinero y hacer negocio, su pecado era su DIOS DINERO. Puso a su DIOS DINERO delante de TODO. Tanto que creía que Dios le iba a servir a él para su propósito 100% egoísta. Su tendencia al pecado (iniquidad) lo segó para no ver más allá de solamente sus propósitos mezquinos, y esto lo estaba destruyendo. Sin él darse cuenta, pero el Espíritu le reveló a los discípulos la amargura en la que lo tenía su dios dinero y su avaricia.
¿Cuántos cristianos están así hoy en día? ¿Cuántos cristianos no podemos avanzar más de nuestras fuerzas? ¿Cuántos cristianos sentimos el peso de algo que no nos deja avanzar? Que nos aprisiona y no nos permite escuchar la voz de Dios con claridad, mucho menos ver el propósito de Dios para habernos alcanzado. No podemos ver los propósitos de Dios, si seguimos creyendo que Dios me salvó para hacer mi voluntad.
“Recuerda iniquidades, son pecados arraigados, tercos, repetitivos, heredados o adquiridos”. Tal vez están grabados en tu ADN.
Salmos 38:4 “Porque mis iniquidades se han agravado sobre mi cabeza; Como carga pesada se han agravado sobre mí”.
Salmos 65:3 “Las iniquidades prevalecen contra mí; Mas nuestras rebeliones tú las perdonarás”.
Salmos 89:32 “Entonces castigaré con vara su rebelión,  Y con azotes sus iniquidades”.
Proverbios 22:8 “El que sembrare iniquidad, iniquidad segará, Y la vara de su insolencia se quebrará”.
Jeremías 5:25 “Vuestras iniquidades han estorbado estas cosas, y vuestros pecados apartaron de vosotros el bien”.
Jeremías 14:7 “Aunque nuestras iniquidades testifican contra nosotros, oh Jehová, actúa por amor de tu nombre; porque nuestras rebeliones se han multiplicado, contra ti hemos pecado”.
Ezequiel 33:13 “Cuando yo dijere al justo: De cierto vivirás, y él confiado en su justicia hiciere iniquidad, todas sus justicias no serán recordadas, sino que morirá por su iniquidad que hizo”. 
Ezequiel 33:18 “Cuando el justo se apartare de su justicia, e hiciere iniquidad, morirá por ello”.   
Hechos 1:18 “Este, pues (Judas), con el salario de su iniquidad adquirió un campo, y cayendo de cabeza, se reventó por la mitad, y todas sus entrañas se derramaron”.
Salmos 94:23 “Y él hará volver sobre ellos su iniquidad, Y los destruirá en su propia maldad; Los destruirá Jehová nuestro Dios”.
Entonces Pedro guiado por el Espíritu Santo le dijo:
“Tu dinero perezca contigo, porque has pensado que el don (Regalo) de Dios se obtiene con dinero.  No tienes tú parte ni suerte en este asunto (No estás ENTENDIENDO de que se trata esto Simón), porque tu corazón no es recto (Hay Pecado, Iniquidad, tendencia pecaminosa, ideas malas, pensamientos malos, etc.) delante de Dios. Arrepiéntete, pues, de esta tu maldad (Iniquidad), y ruega a Dios, si quizá te sea perdonado el pensamiento de tu corazón; porque en hiel de amargura y en prisión de maldad veo que estás. (Esclavitud, Atadura, Fortalezas)  Respondiendo entonces Simón, dijo: Rogad vosotros por mí al Señor, para que nada de esto que habéis dicho venga sobre mí.
Ahora bien, hablando de la iniquidad que todos traemos cuando llegamos a Cristo, ¿Crees que esta historia sea diferente a la mayoría de los que llegan y aceptan la salvación que Cristo ofrece? ¿Cuántos problemas traemos arrastrando cuando realmente llegamos a Jesús?. Cristo perdona el pecado y te regala la salvación, ¿pero qué del pecado oculto que en la primera oportunidad sale; como envidias, celos, iras, corajes, enemistades, pleitos, lujurias, sensualidad, pornografía, divisiones, adulterios, queja, murmuración, tentación, rebeldía, inmoralidad, perversión, ocultismo, espíritu de control ? etc., etc.
¿Cuántos de nosotros no estamos en prisión de amargura y en prisión de maldad? ¿Qué de los pecados que no son tan obvios, porque la Biblia habla de las intensiones del Corazón (Cosas ocultas que no se ven)?. Que muchas veces son ocultas y distantes de la voluntad de Dios. Pablo lo pone en una simple perspectiva, TODO LO QUE NO PROVIENE DE FE, ES PECADO. Cuando llegamos a Cristo, la prioridad en su agenda es sacar toda la INIQUIDAD, es decir la maldad que nos hace desviarnos de la voluntad de Dios.
Solamente El Señor puede decirnos si nuestro problema es iniquidad y/o cómo tratar nuestro pecado, llámese pecado, rebeldía o iniquidad. Pide dirección del Espíritu Santo, el es el único que nos puede guiar a toda verdad.
Esta es una pequeña lista de iniquidades:
Tal vez fácil de Reconocer: Pecados familiares (Sexuales, perversiones, inmoralidad, divorcio, masturbación, incesto, homosexualismo, pornografía, etc.)  Malos hábitos (Comida, alcoholismo, cigarro, droga, vicios, todo lo que perjudique la salud y agreda a otras personas), debilidades (tendencias al dinero excesivo, lujos excesivos, despilfarro, propiedades, bienes materiales de una manera egoísta), tendencia (Maltrato, violencia física y psicológica, abuso, desprecio, ocultismo, religiosidad, control de la gente, manipulación) etc.
Algunas veces difícil de Reconocer: Pecado Familiares (odio a los padres o familiares, enojo, maledicencias, quejas continuas, chisme, murmuración, altanería, brujería, espiritismo, ocultismo, satanismo, control de la mente, control sobre las personas, amargura, lascivia, gritería, racismo, celos, egoísmo, hablar mal de los demás y de las cosas, maldecir, etc.).
Pídele al Espíritu Santo que te revele esos pecados ocultos, esas tendencias de maldad en ti y en tu familia, que te llevan a pecar y que trajeron, que te traen y traerán consecuencias funestas a tu vida y a tu familia (maldición). Es una cadena de pecar.  

No dudes en contactarte con nuestro ministerio; podemos ayudarte a que seas libres de la iniquidad mediante el estudio de la Palabra de Dios.
Te saluda el equipo de "Escuadrón Cristiano GNA".
escuadroncristiano@gmail.com

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