miércoles, 6 de julio de 2016

Lo que realmente importa.


          ¡Qué tremenda enseñanza nos deja el apóstol Pablo en su carta a los Filipenses en el cap. 3!
          Les habla a los verdaderos creyentes acerca de lo que realmente es importante en la vida del cristiano:

1.    No es provenir de una familia de abolengo.
2.    No es el nivel cultural.
3.    No es la posición social.
4.    No son los títulos nobiliarios ni las jerarquías dentro de los cuadros de las Fuerzas Armadas, de Seguridad, etc.
5.    No es la religión a la cual pertenezcas.

          Nada de eso importa ni impresiona a Dios; porque Dios no se maneja con la sabiduría terrenal, diabólica (Sgo 3:15).

          Es más, para llevar la contra a estos criterios diabólicos, el ap. Pablo dice que Dios prefiere a las personas viles y menospreciadas (1Co 1:28), porque son más moldeables por el poder del Espíritu Santo, y así avergonzar a aquellos que se creen algo (aunque lo son en el plano natural).

          Si queremos ser importantes en el Reino de los Cielos, debemos pues, adquirir la sabiduría que proviene de ese lugar. Aquí nos enseña Pablo:

Filipenses 3:4-9 Palabra de Dios para Todos (PDT)

4 Aunque yo tendría razones para confiar en mi raza y posición social, no lo hago. Así que si alguien piensa que tiene razones para confiar en su raza o posición social, yo tendría más razones que cualquier otro. 5 Me circuncidaron cuando tenía ocho días de nacido, soy israelita y pertenezco a la tribu de Benjamín. Soy hebreo y mis padres también fueron hebreos. La ley era muy importante para mí, pues yo era fariseo. 6 Estaba tan dedicado a la ley y las tradiciones de mi pueblo que perseguía a la iglesia, y nadie podía reprocharme nada porque siempre obedecía la ley.

7 En esa época pensaba que todo eso era muy valioso, pero gracias a Cristo, ahora sé que eso no tiene ningún valor. 8 Es más, creo que nada vale la pena comparado con el invaluable bien de conocer a Jesucristo, mi Señor. Por Cristo he abandonado todo lo que creía haber alcanzado. Ahora considero que todo aquello era basura con tal de lograr a Cristo. 9 En él soy aprobado por Dios. No es que yo mismo me doy aprobación por lo que dice la ley, sino que Dios me aprueba por la fe en Cristo. [a] La aprobación viene de Dios por la fe.

          NOTA: La "Ley" de la que está hablando el apóstol Pablo, es todo aquello a lo que debían ajustarse los religiosos del momento, y se encuentra en el Antiguo Testamento o El Pacto Antiguo. 

Ariel A Lucero – Comandante Principal de GNA
Capellán Evangélico – Mat Nro 2904


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