sábado, 7 de octubre de 2017

BUSCANDO LA MIRADA DIVINA


                                                                                       
                                            Salmo 34:4-10

           Buscar a Dios a pesar de estar atemorizado no significa que él no actuará, pues vemos aquí que es posible buscarle a pesar de las circunstancias, además dice su palabra que debemos buscarle mientras pueda ser hallado y debemos llamarle mientras está cercano. Por buscarle, el obrar de Dios es poderoso, dice que:

1) Te libra de los temores
2) Viene la luz divina
3) Te libra de todas las angustias

          El temor es una maldición que puede esclavizarte y mantenerte atado. Pero la respuesta divina no se hacer esperar cuando se busca su intervención, pues lo primero que hace Dios es escuchar las voces de quien le busca, porque dice que el oyó, entonces esa búsqueda tiene que ver con una manera de hablar. También vemos como junto al temor la angustia hace su presentación.

         La angustia de David era grande, porque muchos eran los temores. Pero he aquí una diferencia notable, el señor te libra de tus temores cuando le buscas y te libra de angustia cuando clamas. En este tipo de temor no habita Dios, porque es una maldición.

          El temor a él es otro, es santo, es temer hacer algo malo aunque nadie te observe o te lea los pensamientos. Este temor es reverente y sano. No te esclaviza, salvo que peques. El temor santo no solo es observable por Dios sino por los ángeles quienes no solo acampan sino que te defienden.

Ahora es importante tener en cuenta lo que ocurre cuando hay temores malditos:

1   1)    No se podrá gustar y ver el Dios bueno, aun peor puede no haber gratitud, ni dicha.
2   2)   Habrá faltantes, siendo que su promesa dice nada faltara.
3   3)   Existe la garantía que ni siquiera los animales tendrán falta de sustento.
4   4)   Que el hecho de no buscar a Dios significa que también puede haber faltantes de algún bien.

            Sin embargo cuando buscamos a Dios en el temor santo, las garantías por una vida mejor están dadas por su misma palabra:

1)    Gustará y verá la misericordia de Dios.
2)    Su vida será dichosa porque confía definitivamente en él.
3)    Porque entiende que la santificación debe naturalizarse en su vida.
4)    Estará seguro que nada le faltara
5)    Entenderá que si Dios cuida de las flores y las bestias, cuidará también de él.
6)    Tendrá la convicción que mientras busque a Dios nunca le faltará ningún bien.

         Bendiciones!!!

                                                    SIMÓN MELENDRES
                                                                SUBOF MY ®
                                                        COPASTOR-CAPELLÁN
                   Iglesia Satélite Barrio Parque República, Ministerio Cita con la Vida, ciudad de Córdoba

    


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