lunes, 2 de mayo de 2016

Una familia exitosa.

Hechos 16:31 | NVI 

—Cree en el Señor Jesús; así tú y tu familia serán salvos —le contestaron.

Desde que nace, la persona se expresa y se manifiesta de manera singular. Cada individuo es único y aquí radica su riqueza como ser humano. Por ello, en el transcurso de su desarrollo, va afirmando su identidad a partir de su manera particular de percibir la realidad, así como de las experiencias que le van aportando aprendizaje para dar una dirección a su vida.

El comportamiento en cada individuo, resulta de una decisión propia, sobre cómo puede responder y actuar, y se ve influido por el sistema de valores, creencias y conceptos personales que vamos construyendo. Obramos según la imagen que nos formamos de nosotros mismos. Podemos afirmar que el comportamiento es el resultado de nuestras características físicas, como el color de los ojos, la forma de la nariz, o la estatura, dependen de nuestra herencia genética, al igual que algunas características que forman nuestra personalidad, como el temperamento, ritmo personal para hacer las cosas, y la inteligencia.

La familia es el ambiente que de forma significativa impulsa el desarrollo de cada individuo. La convivencia diaria permite que el niño aprenda a integrar costumbres y valores que se comparten dentro del núcleo familiar.

 Su familia le sirve de modelo para aprender las habilidades básicas de comunicación y relación, es allí donde también toma forma su identidad.

Los lazos así creados dejarán honda huella en su personalidad.

Por eso desde el mismo momento que deseamos formar una familia debemos poner como centro a Jesús para que por medio de su palabra esta identidad que se va formando sea conforme al corazón de Dios. Grábate en el corazón estas palabras que hoy te mando. Incúlcaselas continuamente a tus hijos. Háblales de ellas cuando estés en tu casa y cuando vayas por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes.


Dentro del grupo familiar también se aprende a reconocer y asumir los papeles correspondientes a cada género (hombre-mujer), a partir de la identificación que hace el niño del vínculo establecido con su padre y madre. Según esto aprenderá a comportarse de acuerdo con las expectativas que se generen y refuercen con relación a su propio sexo.

Sin embargo todos estos factores (hereditarios, psicológicos y sociales) interactúan y es difícil a veces precisar cuánto de la conducta corresponde a cada uno.
Los padres necesitan que su estilo de relación brinde posibilidades reales para llevar a la superación de sus integrantes, conociendo cuáles actitudes estimulan o empobrecen sus contactos afectivos.

1 Corintios 1:10 | NVI |

Les suplico, hermanos, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que todos vivan en armonía y que no haya divisiones entre ustedes, sino que se mantengan unidos en un mismo pensar y en un mismo propósito.


Dentro de las actitudes que debilitan los lazos familiares encontramos:

·         Expectativas y actitudes descalificadoras
·         Concentrarse en los errores
·         Esperar perfección
·         Sobreproteger
·         Ser autoritario

Efesios 6:4 | NVI |

Y ustedes, padres, no hagan enojar a sus hijos, sino críenlos según la disciplina e instrucción del Señor.

Sin embargo, los padres pueden identificar estos comportamientos negativos y crear nuevas formas de relación más integradoras y que promuevan el bienestar en forma natural. Deben partir de una relación afectuosa en que el respeto por el mundo individual facilite el conocerse a si mismo para evolucionar a partir de una sana convivencia familiar.¡Cuán bueno y cuán agradable es que los hermanos convivan en armonía!

Salmos 133:1 | NVI |

Las actitudes que facilitan el progreso familiar son:
Instruye al niño en el camino correcto, y aun en su vejez no lo abandonará.

Proverbios 22:6 | NVI |

Demostrar confianza
Para lograrlo es adecuado otorgarles responsabilidades de acuerdo con su edad; Pedir y tener en cuenta sus opiniones y comentarios, confiar en los niños, evitando repetir las instrucciones que se les han dado.
Concentrarse en sus fortalezas
Se deben reconocer sus habilidades, dar crédito a sus puntos fuertes sin condiciones, concentrarse en el esfuerzo que hacen por superarse, comentar y señalar el progreso a cada paso.
Valorar y aceptar
Se debe aceptar al hijo como es, con su inmadurez, cualidades y defectos; Separar el valor personal de sus logros o éxitos y también diferenciar a la persona de sus errores o fallas, así los padres deben aprender a apreciar la identidad de cada niño

Estimular la independencia y autonomía
Se debe dejar a los hijos en libertad para realizar por sí mismos sus actividades, invitarlos a colaborar y participar en las actividades de la familia; impulsarlos para que busquen sus metas y su realización personal.

Respetar y reconocer igual dignidad
Hay que escucharlos con interés y atención; apreciar sus ideas y sus opiniones, respetar sus gustos, valorar sus contribuciones y tratarlos con cortesía.

Para que nuestra familia sea exitosa y ver a nuestros hijos realizados y felices debemos comprometernos con el trabajo de ser ejemplo de vida y consagración frente a ellos, como decía Pablo…SED IMITADORES DE MI COMO YO DE CRISTO…. Esto nos revela que podemos como padres amar y aceptar como Dios nos ama y nos acepta por medio de su Espíritu Santo, Pablo dió el ejemplo y nos llama a imitarlo!

Nuestra oración diaria sin acción no tiene frutos, no es solo orar sino levantarnos y hacer. Que nuestros hijos nos vean obedeciendo a DIOS así ellos obedecerán, amando a Dios, a nosotros mismos  y a nuestra pareja así ellos amaran a DIOS, amaran y se amaran. Cada acto y palabra que extendamos hacia ellos debe ser profética, viendo terminada la obra como Jesús la vio en la cruz por nosotros.

1 Juan 3:2-3 | NVI 

Queridos hermanos, ahora somos hijos de Dios, pero todavía no se ha manifestado lo que habremos de ser. Sabemos, sin embargo, que cuando Cristo venga seremos semejantes a él, porque lo veremos tal como él es. Todo el que tiene esta esperanza en Cristo, se purifica a sí mismo, así como él es puro.

YO SOY LA VID, VOSOTROS LOS SARMIENTOS; EL QUE PERMANECE EN MI Y YO EN EL, ESE DA MUCHO FRUTO, PORQUE SEPARADOS DE MI NADA PODÉIS HACER. JN 15:5

QUE NUESTRA FAMILIA SEA EXITOSA DEPENDE DE PERMANECER EN JESÚS!!

CLR ERICA LORENA DADAMO

No dudes en escribirnos.
  

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