Tu Hogar es el mejor
Bunker
“Ama al SEÑOR tu Dios con todo tu corazón y
con toda tu alma y con todas tus fuerzas. Grábate en el corazón estas palabras
que hoy te mando. Incúlcaselas continuamente a tus hijos. Háblales de ellas cuando
estés en tu casa y cuando vayas por el camino, cuando te acuestes y cuando te
levantes.” (Deuteronomio 6:5-7)
Al observar la realidad de las familias hoy, nos cuesta creer que ésta
sea parte central del plan de redención de Dios. Es lindo recordar que la
promesa de redención de Dios comenzó con una familia como la de Abraham, y la
promesa de bendecir a “todas las familias” de la tierra por medio de sus
descendientes.
Sin
embargo, pareciera que “algo pasó en el camino”, ya que la realidad habla por
sí misma: lejos de ser el refugio del mundo externo y aquel lugar propicio para
el desarrollo sano de sus integrantes, la familia termina siendo algunas veces
la fuente de origen y mantenimiento de muchos males Individuales y colectivos;
que hoy aun los entes mejor preparados intelectualmente no logran ni siquiera
paliarlas.
Aún
más triste es comprobar que esto suceda también en las familias que conforman
nuestra comunidad de fe ¿Qué ha pasado? Tal vez debamos volver a recordar los
principios de Dios acerca de la responsabilidad y el rol de la familia en la
formación educativa de los hijos.
Estos
principios, les hablan en primer lugar a los padres. El pasaje de Deuteronomio,
señala a la familia como ámbito prioritario de transmisión y educación espiritual.
¿Será porque el núcleo familiar es el factor de influencia por excelencia en la
vida de una Persona, tal como lo sostienen
y acuerdan diversas teorías psicológicas, tantos años después?
Contemplemos
nuestro hogar por un momento: ¿podemos
decir que es el centro de formación espiritual de nuestros hijos? ¿Cómo
lograrlo?
•
“Grábatelas en el corazón”: sólo las verdades “encarnadas” en nuestras
vidas, serán reflejadas en nuestra conducta. La formación espiritual tiene que
ver con enseñar un estilo de vida coherente con la Palabra. ¿Qué ven nuestros
hijos cuando nos ven?
•
“Incúlcaselas, háblales”: Inculcar (del lat. Inculcre), Apretar con
fuerza algo contra otra cosa, repetir con empeño muchas veces algo a alguien,
infundir con ahínco en el ánimo de alguien una idea, un concepto, afirmarse,
obstinarse en lo que se siente o prefiere. Este tipo de formación espiritual, requiere de nuestra parte un esfuerzo
consciente. Somos nosotros los que debemos hacer de cada situación y
circunstancia, un momento para la
enseñanza.
•
“cuando estés en tu casa y cuando vayas por el camino, cuando te
acuestes y cuando te levantes”:
Todos los momentos son oportunos, ¿por
qué? Porque si los principios de vida de
Dios, son dignos de ser primeramente encarnados
y luego consciente y coherentemente transmitidos, es porque es posible
relacionar los preceptos y enseñanzas del Señor de manera viva con todos y cada
uno de los aspectos de nuestra vida. ¿Lo creemos así? Entonces, vivámoslo.
Recuperemos el hogar como primer lugar de nuestro sacerdocio, vida y testimonio
cristiano.
Pero
quiero volver al principio cuando la palabra dice “Ama al Señor, tu Dios…..”.
La tarea de amar se ha convertido hoy en una de las más difíciles, por qué?;
porque está contemplado dentro de las señales de los últimos tiempos “Por
haberse multiplicado la maldad el amor de muchos se enfriará” (Mateo 24:12).
Cuántas cosas cambiarían sobre la tierra si el amor prevaleciera; sin embargo
la dura realidad nos entrega constantemente su plena ausencia. Nos cabe a
nosotros, que hemos recibido el amor incondicional, a ponerlo en práctica y por
esta razón, ese amor debe alcanzar al entorno que nos rodea.
Por
eso el hogar debe ser el perfecto bunker del amor; de la calidez, de la
alegría, de la vida, de la quietud, de la paz, de la esperanza, donde corran todos sus miembros, a buscar
cubierta completa.
Pastor Simón MELENDRES (Iglesia Satélite
Parque Republica del Ministerio Cita con la Vida, en la ciudad de Córdoba) – Suboficial Superior (R) GNA.
Los aportes del pastor Simón Melendres son de
mucha bendición para nuestras vidas y familias, damos gracias a Dios por
tenerlo en este Escuadrón Cristiano.
Si has percibido la ausencia de amor y paz en
tu hogar, te animamos que acudas a la fuente inagotable que se llama
Jesucristo!; Él es el Camino al Padre, y el camino de Cristo a tu corazón, es
una sencilla oración de entrega y de arrepentimiento.
Podemos ayudarte, no dudes en contactarnos.
Ariel
A Lucero – Cte Pr GNA
Capellán
Evangélico – Mat Nro 2904
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