LIGADURAS
DE IMPIEDAD
¿No es más
bien el ayuno que yo escogí, desatar las ligaduras de impiedad, soltar las
cargas de opresión, y dejar ir libres a los quebrantados, y que rompáis todo
yugo? Isaías 58:6
“Prenderán
al impío sus propias iniquidades, Y retenido será con las cuerdas de su
pecado”. Proverbios 5:22
La
biblia es uno de los libros más increíbles, en ella se encuentran conceptos
difíciles de entender aun parecen místicos. En ella se encuentran secretos
escondidos y cosas difíciles de descifrar. Por ejemplo, la biblia habla cosas que no podemos ver, cosas invisibles, pero que ejercen un efecto muy potente
en la vida de todas las personas. Por
ejemplo, ligaduras de impiedad, cargas espirituales, pesos espirituales, yugos
espirituales, cargas de opresión, ataduras o cadenas espirituales, entre
muchas otras cosas.
Imagínate todas estas cosas que no vemos pero existen y de alguna
manera están presentes, y muchas veces afectan a tal grado que te impiden
llegar a realizarte como persona. Es obvio que la Biblia usa estas figuras
(yugo, ligaduras, ataduras, etc.) que describe como cosas muy parecidas a las
físicas, pero que en realidad son espirituales.
Increíblemente
es uno de los temas que más nos debe interesar, porque al mismo tiempo hay poca
claridad a la hora de estudiarlas, hay poco conocimiento. El termino ligaduras
de impiedad nos lleva a analizar cuidadosamente estas palabras.
Qué son la ligaduras de Impiedad
¿No es más
bien el ayuno que yo escogí, desatar las ligaduras de impiedad, soltar
las cargas de opresión, y dejar ir libres a los quebrantados, y que rompáis
todo yugo? Isaías 58:6
Impiedad
es la misma palabra que Iniquidad. La iniquidad es un término que muchas veces
se pierde en las traducciones especialmente del Ingles al español, ya que es muy difícil pasarlo de un idioma a
otro especialmente cuando no existe tal término en el idioma actual. Muchísima
gente no sabe la diferencia entre pecado e iniquidad, se confunden fácilmente.
Muchas
veces la palabra Iniquidad y pecado se intercambian al grado que se confunde
cuando se está hablando de una y de otra. Pero en los originales en hebreo se
hace la diferencia claramente. Pecado e iniquidad son cosas diferentes aunque
son muy similares. Brevemente te voy a explicar, pecado es cualquier cosa que
esté en contra de la palabra de Dios, no hacer lo estipulado por Dios es
pecado. El apóstol Pablo lo define así: Todo lo que no proviene de fe, es
pecado. Incluyendo los pecados por error o por omitir hacer algo. En cambio
iniquidad es un pecado repetitivo, son hábitos pecaminosos que se transmiten de
generación en generación. Por ejemplo si una persona insiste en pecar por su
propio deseo, eso se convierte en iniquidad. La iniquidad es gravísima ya que
se transmite de padres a hijos, y por generaciones. ¡Eso no hay duda!
Es decir
mis hábitos pecaminosos y sus consecuencias se transmiten a mis hijos y los
hijos de mis hijos y así sucesivamente hasta la tercera y cuarta generación.
(Éxodo 20 y 34). Solo cuando algo así se transmite de generación en generación
y sigue causando estragos se puede decir que es iniquidad. Pero quiero aclarar
que no todo pecado es iniquidad o no toda enfermedad es necesariamente
iniquidad.
En la vida
hay situaciones que nos llegan a amarrar o atar a las personas espiritualmente
o inclusive a las situaciones o a las cosas materiales inclusive. Esas ataduras
o ligaduras son invisibles, pero son tan fuertes como una cadena o un cable
pero invisible. Una persona que es dominada por algún vicio, llega a ser tan
fuerte su atadura o ligadura, que es muy difícil de romper. Existen personas
atadas a la pornografía, sexo, drogas, alcohol, sentimiento de rencor, celos,
ira, odio, malas palabras, televisión, internet, comer demasiado, juegos
electrónicos, apuestas, casinos, barajas, etc. etc.
“¿O no sabéis que el que se une con
una ramera, es un cuerpo con ella? Porque dice: Los dos serán una sola carne”.
1 Corintios 6:16
“Prenderán
al impío sus propias iniquidades, Y retenido será con las cuerdas de su
pecado”. Proverbios 5:22(RV60)
“Al
malvado lo atrapan sus malas obras; las cuerdas de su pecado lo aprisionan”.
Proverbios 5:22 (NVI)
Cualquier
hábito vicioso que sea dañino para tu salud y tus relaciones personales ha
llegado a ser una atadura. Pero no solo eso, puedes parecer un persona
completamente saludable y sin problemas, pero hay ataduras en tu vida.
Inclusive podemos estar atados a las personas, una relación sexual inapropiada,
una relación peligrosa y obstinada, una obsesión con alguna persona o vicio. El
odio y el rencor nos atan a las personas; por eso la necesidad de perdonar a
tiempo; porque eso significa romper cuerdas.
Por la vida
vamos acumulando ciertas ataduras con personas, situaciones o maneras de pensar
que forman un peso, una carga o una ligadura muy fuerte. Esas ataduras se van
haciendo gradualmente tal vez desde niños o en una edad temprana. Un vicio es
un ejemplo de ello, hay vicios casi invisibles por ejemplo el vicio a la
“aceptación de las personas”, el vicio a la melancolía o tristeza, el vicio de
estar siempre en control de las cosas o de estar siempre en problemas. Todos
eso son hábitos pecaminosos muy fuertes.
Existen
miles de maneras en las que una persona puede estar atada. Para cualquier
persona es difícil saber cuándo hay ataduras. ¿Por qué? Porque son invisibles,
pero la manera de saberlo es cuando hay un sentimiento de carga, como una carga
pesada sobre ti, hay cosas que te impiden avanzar o dejar ciertos hábitos, las
ataduras o ligaduras no te dejan avanzar. Producen en ti un sentimiento de
culpa y dependencia, puedes llegar a disfrutarlo en momentos para luego darte
cuenta que te está destruyendo tu vida y por lo tanto es repugnante. Te encuentras
en un círculo vicioso y no puedes salir de él. Es decir te agrada pero te
lastima, te agrada pero produce una tristeza y un peso en ti. Sientes que
oprime tu vida, sientes que no puedes dejar a un lado esa persona, ese pecado,
ese vicio, ese hábito o cosa.
“No te
entremetas con el iracundo, Ni te acompañes con el hombre de enojos, No sea que
aprendas sus maneras, Y tomes
lazo para tu alma”. Proverbios 22:24-25
Una vez que reconoces que hay ligaduras o ataduras en tu vida
que te están lastimando, que te están aprisionando y que no te dejan ser feliz
en la vida. Debes saber que Dios quiere que vivas en completa libertad. Dios
quiere ayudarte a romper esas ligaduras de impiedad. Esas ligaduras impiden que
llegues a tu propósito en la vida.
Dios quiere que seas completamente
libre
La
biblia dice que Cristo vino a liberar a los cautivos de ligaduras, ataduras,
cárceles, cargas y todo tipo de impedimentos espirituales. La única
manera de librarnos de esas ligaduras es a través de la obra de Jesús. Veamos:
“El
Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha
enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de
corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel.
Isaías 61:1
Jesucristo
es conocido como el ungido, ungido quiere decir escogido. Así Jesucristo fue el
escogido por Dios para predicar la buenas nuevas, para sanar a los que sufren
de enfermedades físicas, mentales y emocionales. Jesús vino para liberar a los
cautivos por el Diablo y abrir las cárceles espirituales. Es decir la obra de
Cristo es tan completa que nos ayuda a realizarnos espiritualmente. Si no somos
liberados de esos impedimentos, no podemos llegar a ser lo que Dios ha diseñado
para nosotros. ¿Por qué? Porque simplemente no podemos ser efectivos en nuestra
vida si nos quedamos como estamos, atados a la impiedad.
La sangre
de Jesús fue derramada para que recibieras esa verdadera libertad, esas son la
buenas nuevas, la buenas noticias que Dios envió al mundo. El pueblo de Israel
fue liberado de Egipto gracias al acto profético. Dios les indicó que pusieran
sangre de corderos sobre las ventanas y puertas. Gracias a este acto de
obediencia y fe, ellos fueron liberados de la esclavitud en la antigüedad. Este
acto fue profético porque los corderos simbolizaban al verdadero Cordero
de Dios que habría de venir en el futuro de ellos. Este acto fue profético
también porque estaba señalando que los hijos de Dios todos debemos ser
liberados de la manera pasada de vivir. De los vicio, de las ataduras
pecaminosas.
Es
decir esas cargas y ligaduras se van formando en nuestra vida, algunas las
hemos adquirido o heredado de nuestras familias, religión, sociedad, cultura o
simplemente así vimos las cosas y las hicimos parte de nuestra vida. Algunos
pecados los hemos aceptado como algo bueno o no tan malo. Así como le sucedió
al pueblo de Israel, así el pueblo de Dios nace esclavo de pecados. Es
decir cuando tú naces en el cristianismo, aceptas a Jesucristo como tu
salvador, naces realmente esclavo del pecado si continúas pecando. Es decir
recibes salvación y perdón de pecados, pero necesitas ser liberado de ataduras,
hábitos, formas de ser y de pensar adquiridas en Egipto (Tu vida pasada o sea
el mundo).
Dios no te
quiere dejar así, Él quiere que le sirvas y te llevará al desierto, el lugar
donde debes sacar los pecados de Egipto de tu corazón. Debes sacar los pecados
adquiridos en tu vida pasada. Es un caminar, es un largo proceso, es un
aprender y es luchar con Dios no contra Dios. Todos los grandes hombres de Dios
fueron llevados al desierto. Esto está en la biblia y no son simples historias,
son mensajes que necesitan ser descubiertos por ti. Son enseñanzas que debemos
poner en práctica.
Solamente
la sangre de Jesús que fue derramada en la cruz, es poderosa para liberarte.
Pero de ti depende el caminar en libertad.
Debemos permanecer libres en Cristo:
Una
cosa es ser perdonado por tus pecados, lo cual Dios hace instantáneamente
cuando tú confías en su perdón y recibes su salvación. Pero la verdadera
liberación es un proceso espiritual de crecimiento, de madures, de conocimiento
y decisión. Necesitas una transformación y renovación de la mente como la que
habla Pablo.
“No os
conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de
vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios,
agradable y perfecta”. Romanos 12:2
Tu
mente y tu entendimiento necesitan cambiar para poder vivir como libre, y no
seguir viviendo como esclavo. Esas historias están en la vida del pueblo de
Israel en el desierto y se repiten en la vida del cristiano. Gracias a la
poderosa sangre de Jesús es que somos liberados de ataduras, es en el poder de
Jesucristo que nos hace libres. Así que una cosa es ser liberado de ataduras o
ligaduras de iniquidad y otra es mantenerse o permanecer libres. Veamos:
Estad, pues, firmes en la libertad con
que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud.
Gálatas 5:1
Es
muy fácil volver a caer en esclavitud. Se nos hace cómodo y aun mejor regresar
a la vida pasada. Pareciera que estábamos mejor. Esa es una mentira de Satanás.
Es nuestra responsabilidad mantenernos libres de pecado, libres de vicios,
libres de hábitos pecaminosos y romper todo lazo pecaminoso, incluyendo maneras
de pensar, razonamientos o patrones de pensamiento. Muchas veces podemos ser
esclavos de un mal pensamiento, pensamientos de suicidio, pensamientos de
pobreza, pensamientos de fealdad, de inferioridad, torpeza, etc.
Porque cuál
es su pensamiento en su corazón, tal es él. Come y bebe, te dirá; Mas su
corazón no está contigo. Proverbios 23:7
Llegamos
a ser esclavos de nuestros pensamientos y emociones, nos han atrapado y
quedaremos ligados a esos sentimientos, pensamientos y emociones. La falta de
perdón, la avaricia, etc. nos atan a las personas y a las cosas. Simplemente
date cuenta, perdonar significa romper cuerdas, romper ligaduras.
Una
persona que ha sido liberada por Jesucristo, necesita reemplazar su sistema de
valores, sus pensamientos y sus hábitos de acuerdo a la Biblia o los parámetros
de Dios. Como seres humanos somos personas de hábitos, es decir si yo
acostumbro a tomar café todas las mañanas, sería muy difícil dejar el café.
Pero sería más fácil si cambio mi hábito y tal vez empiezo a tomar algo de té.
Pero lo mismo son los pensamientos, si tengo el mal hábito de pensar en que soy
un tonto, debo buscar pasajes bíblicos que me hagan saber lo que soy en Cristo
y reemplazar los malos pensamientos. De esa manera será más difícil para que
esos pensamientos regresen, ya que siempre van a querer regresar, te lo
aseguro.
Así que, si el Hijo os libertare,
seréis verdaderamente libres”. Juan 8:34-36
Si
somos obedientes a Dios, cultivamos una amistad con Jesús muy pronto esos
pensamiento o ligaduras ya no van a poder hacer un efecto negativo en mi vida.
Porque simple y sencillamente tengo una protección en mi mente, con nuevos
valores, nuevos pensamientos, nuevas creencias, nuevos sentimientos. Tengo la
palabra de Dios en mi vida.
No podemos
caminar hacia nuestro propósito si no somos libres
“Si bien hicieres, ¿no serás
enaltecido? y si no hicieres bien, el pecado está a la puerta; con todo esto, a
ti será su deseo, y tú te enseñorearás de él”. Génesis 4:7
En
esta versión está un poco difícil de entender, pero la versión NVI dice:
“Si
hicieras lo bueno, podrías andar con la frente en alto. Pero si haces lo malo,
el pecado te acecha, como una fiera lista para atraparte. No obstante, tú
puedes dominarlo.»” Génesis 4:7
Ese
ha sido siempre el problema de pecar, creemos en la misericordia de Dios y si
es cierto Dios nos ama mucho y nos perdona. Pero las consecuencias de pecar
vienen y no podemos pecar y no ser esclavos del pecado.
He hablado
suficiente a cerca de los pensamientos que nos impiden avanzar, ya sea que me
crea superior, que me crea muy espiritual o que crea que ya lo sé todo en la
vida. Eso pudiera ser un impedimento para crecer espiritualmente. Pablo lo dijo
así:
“Digo,
pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no
tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con
cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno. Porque de la
manera que en un cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros
tienen la misma función, así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en
Cristo, y todos miembros los unos de los otros. De manera que, teniendo
diferentes dones, según la gracia que nos es dada, si el de profecía, úsese conforme
a la medida de la fe; o si de servicio, en servir; o el que enseña, en la
enseñanza; el que exhorta, en la exhortación; el que reparte, con liberalidad;
el que preside, con solicitud; el que hace misericordia, con alegría. El amor
sea sin fingimiento. Aborreced lo malo, seguid lo bueno”. Romanos 12:3-9
Creo que si
profundizamos nos damos cuenta que nos falta mucho para llegar a ser lo que
Dios quiere para nosotros. Debemos pedirle a Dios que nos ubique y que nos
enseñe a saber quiénes somos en Cristo. Qué dones tenemos, qué función tenemos,
qué gracia tenemos, qué medida de fe tenemos.
Si
seguimos pecando, fingimos amor y no aborrecemos el pecado, esto puede pasar:
”Cuarenta años estuve disgustado con
la nación, Y dije: Pueblo es que divaga de corazón, Y no han conocido mis
caminos. Por tanto, juré en mi furor que no entrarían en mi reposo. Salmo
95:10-11
La
única manera de caminar en verdadera libertad es a través del conocimiento de
la palabra de Dios.
“Dijo entonces Jesús a los judíos que
habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis
verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará
libres. Juan 8:31-32
Es el
conocimiento de la verdad, no de la letra, no de historia, no de mucha biblia,
si no el conocimiento de la verdad, la que nos hace libres. Conocer y
permanecer en la palabra que viene de Dios nos hace libres. Antes de conocer la
verdad debemos permanecer en la palabra, al permanecer en su palabra viene una
revelación de su verdad.
Para romper
las ligaduras y lazos de maldad, necesitamos conocer la verdad. Y es el
conocimiento y apego a la verdad que nos hará caminar libres de toda atadura,
de toda culpa, de todo estorbo. Entonces podemos caminar hacia el destino y el
diseño de Dios para nuestra vida.
“Jesús les respondió: De cierto, de
cierto os digo, que todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado. Y el
esclavo no queda en la casa para siempre; el hijo sí queda para siempre. Así
que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres”. Juan 8:34-36
Permite
que Jesús con sus palabras te haga completamente libre de lazos, de ligaduras
de iniquidad, invita a Jesús con toda su verdad, camina en su verdad y serás
verdaderamente libre. Permanecer es apegarse a su palabra por imposible que parezca,
es declarar su palabra y es actuar en su palabra.
hola es algo cierto nuestro sistema educativo esta construido para ser esclavos.
ResponderBorrardonde la educacion no es gratis
hola es algo cierto nuestro sistema educativo esta construido para ser esclavos.
ResponderBorrardonde la educacion no es gratis